Quintero volvió a la selección colombiana con la 10 en la espalda y la cinta de capitán en el brazo. Convirtió un gol pero se tuvo que ir antes del encuentro debido a una molestia en la rodilla.

En la semana que el mismo jugador confirmó su vuelta a River, todos los hinchas estaban expectantes de qué podría dar el mediocampista y en qué nivel volvía al fútbol argentino luego de un año en China. Con la camiseta de Colombia, se enfrentó ante Honduras en un amistoso en Fort Lauderdale, en el cual el poco tiempo que estuvo en cancha fue el más decisivo y el que mejor jugó.

Sus pases, su idea y claridad de juego volvieron a brillar ante los ojos de los riverplatenses que esperan cada vez más ansiosos la vuelta del colombiano en el Monumental. Ya rápidamente se hizo dueño de la pelota y a los 10 minutos de juego, tras un centro de su compañero Preciado, sin dudarlo con un toque de primera la colocó en el ángulo izquierdo del arco. Imposible para un arquero que intentó estirarse para sacarla, pero la velocidad del impacto y la precisión se lo imposibilitaron. Así, en tan sólo 10 minutos, el “10” volvía a convertir para su Selección.

Como lo hizo varias veces ante las órdenes de Marcelo Gallardo, el mediocampista jugó la mayoría del tiempo tirado a la banda derecha, encarando para adentro, para su perfil natural. Desde allí hizo destrozos a la defensa hondureña con sus típicos pases entre marcas para dejar solos a sus compañeros, que lastimosamente no pudieron aprovechar.

Ya a los 42 minutos del primer tiempo, con un Juanfer dolorido debido a un golpe en su rodilla izquierda, el técnico, Reinaldo Rueda, decidió sustituirlo para cuidarlo de una posible lesión. En su lugar ingresó Yáser Aspirilla. Seguramente desde el momento que salió de la cancha ya se mentaliza para lo que será la pretemporada a las órdenes de Gallardo. Todavía falta que se arregle el contrato pero tanto del lado del jugador como de los dirigentes quieren que todo esto se haga rápido.

Por Tomás Tesoriere
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