Gallardo está disputando su tercer Mundial de Clubes como entrenador, y en el estreno de su equipo tuvo una visita muy especial.
El exRiver tuvo una presentación soñada con Al-Ittihad: victoria con goleada incluida frente a Auckland City y clasificación a los cuartos de final. Pero al triunfo se le agregaría un condimento personal, y es nada más ni nada menos que la presencia de su familia: su esposa, Geraldine La Rosa, y sus cuatro hijos, Nahuel, Santino, Matías, y el más chiquito, Benjamín, estuvieron como espectadores en el estadio King Abdullah Sports City.
"Siempre a tu lado", escribió la mujer en una foto que publicó en su Instagram, junto a sus tres hijos mayores, acompañada de un emoji de corazón. Además, agregó en sus historias un video en el que se ve al Muñe llegando a la cancha junto a su plantel, con la frase "Vamos en busca de otro sueño". También capturó un tierno momento entre el menor, Benjamín, y el del medio, Matías, quiénes se hundieron en un abrazo para festejar uno de los tres goles del conjunto árabe.
El curioso apodo para Geraldine de parte de los hinchas
"La Primera Dama", así llaman los fanáticos riverplatenses a la prometida de Gallardo, quién posó en una de las tribunas del estadio dónde el equipo dirigido por su marido obtuvo una gran victoria. Minutos después de publicar la foto en su perfil, los comentarios se llenaron de mensajes de cariño. Uno de los primeros fue acerca de la pareja, una mujer escribió: "La única primera dama, el amor siempre triunfa".
El peculiar casamiento, en 1997
El 21 de diciembre de aquel año fue uno de los días más especiales para Napoleón: a las 21 estaba festejando el Tricampeonato, tras consagrarse campeón del Torneo Apertura en el estadio de Vélez, y apenas unas horas después estaba aceptando a Geraldine La Rosa como su compañera para toda la vida. A la fiesta asistieron varios de sus compañeros del Millo, el entrenador, Ramón Díaz, y hasta el presidente de la Nación, Carlos Menem. A eso de las 23:30 el Muñe dio el "sí" y cerró un domingo soñado para él.
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