El público sigue esperando para sacarle la telaraña al carnet. ¿La espera eterna tendrá su final este semestre?

Pasó 1 año, 4 meses y 14 días desde la última vez que estuvimos todos juntos en el Monumental y la espera va a ser un poco más larga todavía. La pandema nos alejó de los estadios, mientras que el fútbol se adaptó a estos nuevos tiempos e hizo que se viva una nueva normalidad. En el medio disfrutamos de un campeonato local, al ganarle la final de la Supercopa Argentina a Racing, también pudimos celebrar, mientras los jugadores de River estaban de vacaciones, el tan esperado título de la Copa América.

Sin embargo, todo esto se vivió en un marco de la virtualidad, con una pantalla de por medio. Aunque en la final de la Copa América, se dieron los primeros pasos del retorno a los estadios, donde un grupo de aficionados ocuparon unas pocas plazas del Maracaná. No tardó en llegar el anuncio de la Conmebol, avalando el regreso de los hinchas a las tribunas, mediante protocolos establecidos. Los niveles de ansiedad ahora están en el pico más alto desde que comenzó el encierro.

Por su parte, la Eurocopa también avanzó sobre esta medida, llenando a tope sus estadios. Claramente la realidad en el Viejo Continente, en cuanto al COVID es otra, por lo avanzado que se encuentran en materia de vacunación, como en el descenso de los casos en los meses previos, pero a su vez provoca un deseo enorme de que en Sudamérica mejore también y con el regreso de la Copa Libertadores, el hincha de River pueda viajar, en caso de avanzar a las siguientes fases, ya sea a Brasil, Chile, Paraguay o Ecuador. Ni hablar del hipotético caso de llegar a la final y poder estar en el Estadio Centenario, el 20 de noviembre.

Lo bueno es que entre serie y serie, hay un mes de espera y entre semifinales y final hay casi dos meses que pueden llegar a hacer que todo se normalice y ese sueño se haga realidad. Un disparate de la Conmebol que puede llegar a ser útil para el público. Todavía me acuerdo de aquellos abrazos a desconocidos. Dudo que cambie eso, porque la euforia que genera gritar un gol hace que uno agarre al primero que tiene al lado. Cuando volvamos puede que haya en el medio un espacio libre, para poder mantener la distancia social.

Ahora, en el país de las improvisaciones, ¿será que la política intervenga primero? ¿O serán los dirigentes los que presionen a la AFA para que se pronuncie? Claro está que esto sea siempre y cuando el contexto acompañe, hoy es un imposible. Mientras tanto el carnet del club en la billetera, acompañando a todos lados durante este tiempo, sigue esperando que lo saque y lo apoye en el molinete, como la última vez, aquel 29 de febrero de 2020, contra Defensa y Justicia. ¿Quién hubiera dicho que no ibamos a poder volver?