Una de las incorporaciones del Millonario, no solo llegará para dejar su huella en Núñez, sino que carga a su espalda una historia conmovedora y para nada fácil.

La novela entre River y Colón por Alex Vigo está llegando a su fin. Pero la llegada del futbolista no sólo tiene que ver con los 2 millones de dólares que se harán efectivos por el 50% de su ficha y el préstamo de Cristian Ferreira que partirá hacia Santa Fé. El defensor, desembarcará en La Banda, para demostrar de lo que es capaz y trae con él una historia digna de contar.

Nacido en Colastiné Sur, no siempre se apellidó Vigo. Hasta los 10 años fue Alex Gómez (como su madre), pero un fallo judicial inexplicable, dónde se pedía por la cuota alimentaria, obligó a que el niño llevara el apellido de su padre biológico quien lo había abandonado previo a su nacimiento: "Mi padre me abandonó antes de nacer, faltaban dos semanas", comentó hace un tiempo mediante una entrevista con El Litoral. Y agregó sobre lo sucedido en el juicio: "Lo hice para comer".

Sin embargo, esta no fue la única traba que tuvo en su camino para llegar a ser quién es: "Me crié en un rancho, porque mi viejo nos abandonó ahí y nos llevó todo. No tengo vergüenza en decirlo y lo voy a decir a todo el mundo. Mi vieja empezó a hacerle juicio porque nos quedamos sin nada y no teníamos nada de nada, era para que por lo menos nos pase la cuota alimentaria", añadió.

Muchos confunden su lugar de origen y lo ubican en Paraná, Entre Ríos, pero Alex defiende el pueblo que lo vio crecer: "Soy de Santa Fé, casi en la costa del Río Paraná, en un pozo que se forma abajo del terraplén". Su corazón delata, claramente, que es una persona llena de principios y valores, por eso cuando desde Colón le habían ofrecido salir del "rancho" para pasar a la pensión, rechazó la propuesta: "En la inundación con la última creciente, una de las más grandes, el club me ofreció ir a vivir con todo pago a la pensión para que no tenga problemas ni deje de entrenar o ir al predio. Yo tomé la decisión de quedarme, es mi pueblo y había que ayudar a mi familia porque se vino feo, había mucha agua. Todos teníamos que hacer el esfuerzo de "bolsear", el terraplén es chiquito y en ese pozo que se form debajo vivíamos nosotros".

Quizás tantos baches en el camino, hacen que las personas bajen los brazos, pero el defensor no lo hizo y así se convirtió en uno de los apellidos destacados dentro del Sabalero: "Me levantaba todos los días a las 5 de la mañana y me tomaba el "2" (colectivo que entra a Colastiné Sur), daba vuelta por una hora más o menos, me bajaba y esperaba a las siete y cuarto cuando llegaba el Kieffer. Así, estaba siempre presente una hora y pico antes de cada entrenamiento en el predio de Colón".

Claro está que el nuevo 4 de River la viene remando desde abajo y las personas que lo conocen, ponen a la par su desempeño dentro y fuera de la cancha: "Además de jugar muy bien, es por demás buen pibe". La despedida luego de entrenar por última vez en Colón, fue motivo suficiente para emocionarse, su familia le organizó un encuentro en su casa con aplausos, carteles y mucho cariño.

Incluso le hicieron una torta y hasta ubicaron un cartel con un mensaje dedicado a la institución de Núñez: "Se ganó al mejor jugador", expresaba el papel. Finalmente, Aixa, su hermana melliza le dio el mensaje de aliento final para el flamante futbolista del Más Grande: "El abrazo de un hasta pronto. Éxito para todo esto lindo que se te viene, gracias por siempre darnos lo mejor del mundo. Te voy a extrañar".

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