El Muñeco, firme: les prohíbe pasársela al arquero y le insiste a su equipo no jugar para atrás en llegadas peligrosas.

Existen ciertas cosas que Marcelo Gallardo no perdona, como por ejemplo que sus jugadores jueguen hacia atrás. Lo enoja mucho que su equipo este cerca de la zona de peligro y cualquier integrante le da un pase a Franco Armani o a cualquier otro que ocupe ese puesto cuando hay posibilidad de resolver la situación con una opción de ir hacia adelante.

Nicolás De La Cruz lo reconoció: “En la semana, Gallardo nos prohíbe jugar para atrás con el arquero”. Y se pudo comprobar, pero en realidad lo que hace el entrenador no es prohibir esa acción. La intención del Muñeco es hacerle saber a los jugadores de que el pase al arquero sólo debe utilizarse en casos excepcionales o de urgencia y no como una opción para tener en cuenta a toda hora. Esto sucede porque la esencia del juego del River de Gallardo es que la pelota siempre fluya para adelante, con precisión y proyección del pase posterior para darle paso a una buena jugada. Entonces, apoyarse en Armani puede ser una alternativa de urgencia, pero no como para usar en los partidos.

Lo que Marcelo busca en las prácticas es que los futbolistas pongan en práctica movimientos particulares para que luego se repitan naturalmente en cada partido y tiene bien claro que la función del arquero es ocuparse de atajar y de mantener el arco liberado para que el equipo consiga el triunfo con cualquier inspiración individual o colectiva. No considera que Franco sea el que tiene que manejar todo, por eso prefiere que el arquero utilice sus movimientos y cuerpo para tapar algún mano a mano o para tirar lejos la pelota del área en situaciones extremas. El resto es tarea del resto de los jugadores de campo, que cargan con la obligación y la responsabilidad de mover la pelota con claridad y rapidez desde el arco propio hasta el del rival.

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