El arquero Millonario colgó los guantes por un rato y contó un momento emotivo que le tocó vivir junto a su familia.
Enriqe "Beto" Bologna, es uno de los futbolistas que no hace eco sobre su vida privada, lo poco que se sabía hasta el día de hoy es lo que se veía en los entrenamientos del River Camp, de hecho es uno de los más querido en el vestuario por su forma de ser y su gran sentido del humor que se traslada a sus compañeros. Sin embargo, a su familia le ha tocado vivir situaciones complejas, más precisamente con uno de sus hijos.
Se llama Gianluca, tiene 8 años y desde su nacimiento presenta algunos problemas en su salud que llevaron a transitar su vida diaria en silla de ruedas. Hace unos años atrás estuvo en riesgo su vida, lo que llevo al arquero a pedir licencia en los clubes que estuvo anterior a su llegada al Millonario. Hoy la realidad es otra y fuera de las dificultades propias del caso, la situación del niño es estable y sin tantas complicaciones.
Ayer Beto vivió un momento de esos que te regala la vida y no te olvidas más. Stefano, uno de sus hermanos, tuvo la iniciativa de jugar un rato y divertirse con él, llegando a disfrutar de cada gesto alegre que aparecía en su rostro. En ese instante el jugador se emocionó y quiso contar esa escena que va a grabarse en la retina como padre.
"Cuando el amor abunda siempre se encuentra la manera de jugar y compartir. Qué sabios son los niños. Este es uno de los tantos casos donde no tenemos que enseñarles a los más pequeños, sino que son ellos quienes nos enseñan. Ni discriminación, ni lástima, ni integración, yo diría igualdad y respeto", fueron las palabras sentidas del arquero a través de una publicación en su red social Instagram.
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