Durante su charla con Costa Febre, el Muñeco comentó cuales fueron los momentos durante su ciclo en los que se quebró emocionalmente.
Fueron pocos los momentos en donde se pudo presenciar un Marcelo Gallardo emocionado públicamente. Quizás el recuerdo más reciente sea el de la Sudamericana 2014 cuando el Millonario salió campeón frente a Atlético Nacional y el técnico hizo una conmovedora dedicatoria a su madre, que había fallecido días antes del encuentro. En el encuentro íntimo que tuvo con Lito Costa Febre por un nuevo aniversario del 9 de diciembre, decidió revelar otros tres momentos en donde se emocionó.
"Lloré varias veces por el fútbol. Una fue cuando le ganamos a Boca la Semifinal de la Copa Sudamericana 2014. En el 2015, me quedé un rato llorando después de ganar la Libertadores, estaba solo. También en el vestuario en Porto Alegre, en 2018. Estaba solo, antes de que llegaran los jugadores", confesó Marcelo durante la charla con el periodista partidario de River.
La serie frente a Boca en la Sudamericana del año 2015, fue emotiva por dos grandes cuestiones, la primera por cortar una larga racha frente al clásico rival y segundo por el fallecimiento de su mamá dos días antes de aquel partido luego de transitar una larga enfermedad. Allí se desató el primer gran triunfo de la Era Gallardo.
Copa Libertadores 2015 en la final frente a Tigres, la cual no pudo estar en el banco por estar cumpliendo una de las tantas suspensiones que le han impuesto y vio el partido camuflado desde un rincón del Monumental. En 1996 ganaba la Copa como futbolista y 19 años después lo hizo como director técnico bajo una intensa lluvia que caía sobre la ciudad de Buenos Aires.
Por último, mencionó la vuelta frente a Gremio por la Libertadores del 2018, teniendo que vivir otro momento importante desde el palco, por estar nuevamente suspendido, Napoleón sintió la necesidad de ir al vestuario y estar con sus dirigidos, visita que le costó perderse ambas finales contra el clásico rival. La reacción en el segundo tiempo del equipo terminó en locura de los fanáticos por conseguir el pase a lo que sería la tan recordada Gloria Eterna.
Finalmente sobre aquella histórica serie que definió la Libertadores que todos llevaremos en nuestros corazones, confesó no haber llorado sino vivir el momento con alegría: "En la final contra Boca no lloré, no tenía nada adentro, era pura felicidad".
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