En una conversación con Atilio Costa Febre, Gallardo hablo de todo y, como no podía ser de otra manera, recordó aquella final de Libertadores en Madrid.
En medio de los festejos por el aniversario de la consagración frente a Boca, Gallardo se tomó un tiempo para rememorar algunos detalles de aquella noche y sacar a la luz muchos otros. "Se me viene la cabeza la final en Madrid cuando la gente lo agradece, pero yo no me doy el gusto de que me suceda, porque considero que el día a día nuestro hace que me tenga que enfocar. No puedo perder de vista lo que estamos haciendo", comentó Marcelo que, a pesar de ello, se dio el lujo de recordar aquel día.
Sin embargo, el camino hasta aquella final no fue fácil, y así lo hizo notar el DT, quien dijo que lloró en el vestuario tras eliminar a Gremio. Además, luego del partido de ida en La Bombonera, se lo vio a Gallardo cantando con la gente en un balcón del Monumental, a lo que explicó: “Hago las cosas porque las siento y cuando las siento y lo que sentí fue una persecuta muy fuerte”.
A pesar de que estaba todo dado para que el Estadio Monumental fuera una fiesta en el partido de vuelta, los incidentes previos al partido obligaron a mudar la final a Madrid, y Gallardo no se olvidó de eso. “Quería igualdad de condiciones y tampoco quería jugarlo para después soportar que la ganamos en una situación favorable. No quería saber nada de eso y se lo dije a Rodolfo (D'Onofrio)”. “Perdimos la posibilidad de darle a nuestra hinchada un momento inolvidable, fue una gran frustración que la gente no haya podido disfrutar la fiesta en el Monumental. Todo el tiempo pensé en los que no pudieron viajar”, agregó el técnico.
Además, el Muñeco contó la incertidumbre que se vivió entre aquellos incidentes y la elección del nuevo escenario: "Los momentos antes de la final fueron muy intensos, mucha carga emocional y desgaste mental porque se jugó durante muchas semanas. Por los episodios que se vivieron, la lluvia, la suspensión, el hecho de tener que jugar de visitante y lo que pasó después, no fueron 90' de juego. No es fácil tener que enfocarse sin perder de vista semejante acontecimiento para el fútbol mundial. Con la desventaja de un campo que no era nuestro, en Madrid y con los ojos del mundo mirándola, no era nada fácil".
Finalmente, Marcelo comentó que los goles que más gritó fueron los dos primeros, el empate del “Oso” Pratto y el segundo de Quintero. El del Pity se lo perdió porque estaba bajando las escaleras para festejar en el terreno de juego. Además, Gallardo dijo que no haber podido estar en el banco aquella noche fue “muy fuerte”.
“A nivel jerarquía estábamos iguales con Boca, pero en lo mental estábamos más sólidos. En ese superclásico fue todo felicidad. No tenía nada más adentro. Fue una Copa brava y por eso tiene mucho más sabor”, finalizó el entrenador del Millonario.
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