El plantel tendrá el domingo libre luego de transitar una semana agitada dentro de la burbuja en Ezeiza.

Luego de una semana cargada para River, llega un momento de tranquilidad para Marcelo Gallardo y sus dirigidos. Tras superar los testeos realizados a lo largo de las últimas horas (debido al caso positivo del entrenador de arqueros, Adrián Olivieri), el plantel le dará un cierre de paz al día de mañana.

Es por eso que el domingo los jugadores tendrán día libre para estar con sus familias y enfocar la mente de cara a la reanudación de la Copa Libertadores. El lunes, al volver, se someterán a una nueva ronda de testeos PCR y se trabajará en River Camp teniendo en cuenta que tan solo quedan apróximadamente 8 entrenamientos hasta el encuentro en San Pablo.

La idea de Napoleón para ir apurando las aguas es sumar pelota a cada jornada de trabajo, como sucedió el sábado. Recién para el jueves o viernes de la semana entrante, el cuerpo técnico plantea poner en cancha un 11 contra 11 formal, siempre y cuando la evolución sea favorable.

La buena noticia llega desde el recupero de Paulo Díaz, quien al comenzar la nueva semana de entrenamientos podrá reincorporarse a sus compañeros, dejando atrás la molestia en el gemelo derecho que había encendido las alarmas durante la pretemporada. El único que no tiene el alta de los lesionados es Benjamín Rollheiser, que de a poco va avanzando en la recuperación tras la rotura de ligamentos cruzados que sufrió a principios del año.