El Millonario merecía más, el VAR le anuló dos goles, pero se llevó una victoria que le costó horrores.
Luego de derrotar a Arsenal, River recibió en su casa a Atlético Tucumán con una sola ilusión: seguir por la senda del triunfo. En un torneo que le está siendo díficil al conjunto de Martín Demichelis hizo todo lo posible para hacer pesar la localía pero enfrente ha tenido un rival que le hizo las cosas difíciles. El VAR también hizo su parte anulando dos tantos del Más Grande, el primero de Paulo Díaz (polémico) y luego uno de Miguel Borja claramente adelantado. Pero en el final, apareció la cabeza del venezolano Salomón Rondón que nos dio tres puntos importantísimos
En el primer tiempo, como en casi todo el encuentro el local fue mejor que su rival, pero sin terminar de inquietar a Tomás Marchiori que también respondió cada vez que pudo. La primera emoción de la primera parte llegó a los 45' el chileno Díaz capturó un rebote y fusiló al arquero, pero luego de la revisión del VAR (que dejó dudas), Pablo Dóvalo aseguró que había posición ilícita. Con un 0-0 y mereciendo más, los de Demichelis se fueron al descanso.
En el complemento River salió a jugar con un cambio, el capitán Enzo Pérez fue reemplazado por Matías Kranevitter, algo que llamó la atención porque el mendocino estaba jugando bien. Fueron pasando los minutos, Borja marcó un golazo que rápidamente fue anulado por el juez de línea y confirmado por el VAR. Esta vez Demichelis dio en la tecla con los cambios ya que entre Solari (ingresó por Nacho), y Rondón (por Borja), hicieron la jugada milagrosa en el minuto 49 para darnos la victoria.
De esta manera el equipo estiró la racha de encuentros seguidos con triunfos, si bien ganó dejó dudas de nuevo, porque pese a merecer más el equipo no convence. Hoy está lejos de parecerse al que salió campeón, las incorporaciones no hacen la diferencia y para colmo, las ausencias de algunos jugadores claves (del primer semestre), parecen pesar en un barco que sigue sin rumbo.
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